Si sientes que el tiempo pasa atendiendo o cumpliendo una larga lista de cosas que deben hacer…

y cuando tienes tiempo libre, lo único que deseas es estar tirada en el sofá viendo series y comiendo helado para olvidar el estrés de tu vida.

Es normal que sientas que la vida se te va en medio de la cantidad de exigencias o tareas que tienes que cumplir.

Y es que vivimos en lo que el filósofo contemporáneo, según Byung-Chul Han, denominó «La sociedad del cansancio», una era donde el agotamiento mental es predominante.

La presión constante por ser productivo lleva a una sensación de agotamiento crónico, alienación y depresión en lugar de fatiga física.

Muchas llegamos a sentir como si nos faltara algo, como si nos hubiéramos perdido en las rutinas diarias.

Es entonces cuando nuestro cuerpo comienza a hablar con pequeños desequilibrios, dolores musculares crónicos, lesiones que simplemente no sanan o infecciones que vuelven una y otra vez.

Estas son experiencias que me han compartido algunas de las mujeres que han asistido a mis retiros y viajes, por ejemplo:

Muchas mujeres se levantan como si necesitaran dormir más, pero no pueden porque deben ir a trabajar o atender a sus dos hijos, o a tener a un padre o madre a quien cuidan.

Cuando se lavan los dientes, el dolor del omóplato izquierdo les recuerda ese dolor que no recuerdan cuándo empezó pero que no deja de dolerles, eso les recuerda que les gustaría hacer un masaje, pero que no tienen tiempo o dinero para eso.

Y es de esta forma como muchas entramos casi sin darnos cuenta en la rueda de la supervivencia de la escasez de tiempo, dinero y amor propio.

No es algo que te sucede solo a ti, lo he visto en más de las 100 mujeres que he conocido personalmente en mis viajes y retiros.